martes, 10 de mayo de 2011

Oportunidades para el Desarrollo Sustentable de la Economía Peruana


CEREMONIA DE JURAMENTACIÓN COMO PRESIDENTE DEL INSTITUTO PERUANO DE ECONOMÍA Y GESTIÓN 
IPEG



Por: César Alvarez Falcón


Hoy día el Perú se encuentra viviendo una increíble paradoja entre un crecimiento económico continuo y creciente, y una pobreza y desigualdad estructural sin propuestas de solución coherentes. Así tenemos que en los últimos 10 años la economía peruana ha venido creciendo a una tasa promedio del 5,5% muy similar a tasas de países asiáticos emergentes. 

En el pasado hemos vivido de los llamados booms como los del salitre, el guano, el caucho, la harina de pescado, ahora los minerales. Todos estos en realidad no han sido booms sino burbujas que cuando desapareció la demanda nos dejaron en peores condiciones que las iniciales, llevándonos incluso a perder territorio. Es por ello que nos queda claro que lo mas importante es el capital humano, y las experiencias de otros países así lo demuestran, como lo son Japón, Corea del Sur, China y otros.

En el año 2010 el Perú creció 8,8% y la China y la India crecieron 10.3% y 10% respectivamente, mientras que los niveles de pobreza se mantuvieron estructuralmente y los de desigualdad se agudizaron, la pobreza estructural en el Perú desde la década de los noventas se sigue manteniendo en un promedio del 40% de la población total, las cifras del 2009 nos señalan el 34,8% muy a pesar de los programas sociales como los subsidios del programa Juntos, entre otros. Podemos constatar también que en el último informe del PNUD sobre Desarrollo Humano 2010 - 2011, nos ubica en el puesto 63 del ranking de 169 países, y que corregido por el coeficiente de desigualdad (Gini) nos reubica en el puesto 89; sin embargo el ranking propio de desigualdad nos ubica en el puesto 120, por encima de Swaziland y Zambia, y por debajo de Zimbadwe y Cabo Verde, todos ellos países africanos.

En el panorama internacional encontramos que la tasa promedio de crecimiento mundial en la economía durante el 2010 fue del 5%. Estados Unidos que acaba de eliminar los subsidios a los productores de petróleo (precio del barril 110 US$) aun no logra levantar su economía, y los países europeos que presentan déficits estructurales se encuentran bajo la amenaza creciente de la reducción del empleo y vulnerabilidad creciente de sus economías.    

El entorno económico mundial que tenemos hoy día nos plantea  riesgos e incertidumbres  cada vez mayores, sobre todo si se tiene en cuenta no sólo los rezagos de la crisis financiera internacional, sino también la presencia latente de la crisis energética, la crisis alimentaria y la amenaza cada vez mas “ignorada”: la del calentamiento global, amenaza que pone en peligro el equilibrio de nuestro ecosistema. Solamente sobre éste último tema debemos señalar que nuestra amazonia representa según criterio hidrográfico el 74% del territorio nacional. 

Sin embargo a pesar de este entorno, el Perú tiene perspectivas para seguir creciendo macroeconómicamente a una tasa promedio del 6% (5,78%) en los próximos 10 años. Constatamos entonces que nuestro país goza de un buen equilibrio y proyecciones macroeconómicas muy positivas, a la vez que profundos desequilibrios microeconómicos y una gran deuda social pendiente para reducir las brechas de pobreza y de desigualdad. 

El desequilibrio microeconómico se constata cuando observamos la estructura empresarial en el Perú y vemos que el 97% de las empresas son micro y pequeñas empresas, y solamente 3% son medianas y grandes empresas. Sumado a ello tenemos el hecho de que somos un país mayoritariamente informal, donde la economía informal representa más del 60% del PBI, y la fuerza laboral informal alcanza también a más del 60% de trabajadores que integran la población económicamente activa (PEA). 

Del 97% de empresas la gran mayoría son empresas de sobrevivencia y de comercialización, y es entonces que con esta estructura hemos crecido y obtenido los altos crecimientos, la pregunta que debemos hacernos es ¿Cuánto más hubiéramos crecido y podríamos crecer en el futuro si le diéramos capacidad de transformación productiva a todo este capital humano involucrado en las micro y pequeñas empresas?

La necesidad de incorporar y fortalecer el capital humano es fundamental para la creación de una oferta exportable y competente, capaz de hacer frente a los retos que nos impone la globalización y los Tratados de Libre Comercio recientemente firmados con diferentes países del mundo, al mismo tiempo nos plantea la necesidad de priorizar y reforzar nuestra estructura productiva interna para asegurar así el sostenimiento futuro de nuestra economía y sociedad.

La coyuntura actual de las elecciones no puede escapar a nuestro análisis, por lo que ello nos obliga a preguntarnos cual debe ser el papel del Estado a futuro, el cual debe replantear su presencia y eficacia en todo el territorio a base de políticas públicas que sean diseñadas de acuerdo a nuestra propia realidad. Un Estado institucional capaz no sólo de asignar recursos, sino también capaz de transmitir  identidad y esperanza a toda nuestra población.

Frente a este breve resumen y los momentos actuales de bonanza de los precios de nuestras materias primas ha llegado el momento de reconocer que somos una gran nación, que siempre lo fuimos y que siempre lo seremos por lo que debemos plantearnos el ahora o nunca de nuestra transformación productiva y aprovechar eficientemente la mayor disponibilidad de nuestros recursos naturales y orientarlos a la gran tarea de la transformación sustentable no sólo de nuestra economía sino también de nuestra sociedad. Los miembros de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y del Instituto Peruano de Economía y Gestión (IPEG) aspiramos a participar en esta tarea. 
San Isidro 6 de Mayo del 2011.

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